Como es sabido, la delantera colombiana Yésica Muñoz nació un 27 de abril de 2005 en Villavicencio, Meta. También es conocido que su debut como futbolista profesional lo hizo con la camiseta del Deportivo Independiente Medellín. Sin embargo, a nivel formativo, su primer equipo no fue Formas Íntimas, como se señala. Su historia con el balompié en la ciudad empezó mucho antes, en las canchas de la comuna 3.

La historia inicia con una niña llanera que llega a Medellín junto a su familia a los 14 años. El Raizal fue el barrio que le dio la bienvenida a una ciudad que ya estaba lista para disfrutar de su talento. Así que empezó a practicar su deporte en la cancha del barrio, pero por cuestiones de gusto, disciplina o exceso de talento, Muñoz, junto a un par de compañeras decidieron cambiar el caucho de la sintética por el barro de la arenilla, en la López.

Manrique Central fue el club que la acogió y desde que llegó, se supo que había algo especial en esa gambeta. Así lo cuenta Javier Vélez, fundador del club: «ella jugó con nosotros unas Justas Deportivas, acá en la comuna, y desde ahí se le vio el talento. Entonces cuando Liliana me preguntó si tenía niñas para que fueran a probarse a Formas Íntimas, yo le hablé de ella. Y vea a donde va».

Muñoz lleva ya dos mundiales juveniles sobre sus guayos, además de goles importantes que significaron alegrías para Colombia, lo que la hace una promesa, o tal vez, realidad del fútbol practicado por mujeres en el país. Yésica es un diamante que se forjó entre el tango y barro de Manrique.

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