La Selección Colombia de Rugby Femenina finalizó su participación en el Circuito Mundial de Sevens en Vancouver con cuatro derrotas y ocupó el puesto 12 del certamen, iniciando así su preparación internacional en el 2023.

Desde el inicio se sabía que la invitación al Circuito Mundial, esta vez llevado a cabo en Canadá, era para sumar minutos de una selección que internacionalmente aún da sus primeros pasos. Y pese a las cuatro derrotas, una dolorosa ante Brasil, Colombia queda con muchas sensaciones positivas y dos aspectos que preocupan.

Empecemos por eso, lo negativo, y es que, aunque es un equipo que permanentemente viene en construcción, aún no logra ponerse a punto físicamente. Es innegable la entrega de las deportistas en la cancha, no se niegan al contacto, pero en contextos internacionales, el común denominador es perder duelos en velocidad, condición en la que nos vemos en desventaja también con Las Yaras, selección que hace parte de la zona a Olímpicos y rival a vencer.  El otro aspecto a mejorar es la defensa, la efectividad en los tackles, tal vez sea por esa misma razón física, pero en Canadá, el contacto no estuvo fuerte y presente como en otras ocasiones.

Por otro lado, el aspecto más relevante de las cafeteras fue el ataque. Históricamente, Colombia anotaba con el trabajo y contacto de sus delanteras. Hoy es distinto, pues la propuesta táctica y las herramientas técnicas de las jugadoras han hecho que, por ejemplo ante Fiyi, medalla de bronce en Tokio, las Tucanes hayan apoyado cuatro tries, de seis que anotaron en todo el certamen.

Otro aspecto positivo es la renovación de la plantilla, jugadoras que tuvieron su primera experiencia foránea y de mayores, no desentonaron frente al reto, mientras que otras, como Laura Diosa, aunque joven, se consolida en la selección con try en un Mundial de rugby, try en un Circuito Mundial, además del que tiene en unos Juegos Olímpicos de la Juventud. Y aunque todos estos nombres llegan, la responsabilidad y liderazgo recae en los hombros de la eterna Camila Lopera.

Así finalizó la segunda participación de las Tucanes en un Circuito Mundial, tras Atlanta 2016. Queda claro que las bases y el trabajo están. El éxito está en los detalles, esos mismos que nos han hecho soñar, y aunque hoy se diga en voz baja, serán la clave para París 2024.

Colombia vs. Nueva Zelanda

Ante las campeonas olímpicas era imposible hablar desde los números, pues estamos hablando de las mejores del planeta. Sin embargo, la consigna era competir y aunque se hizo, el resultado habló por sí solo y las Tucanes recibieron 60 puntos de las Black Ferns.

Colombia vs. Fiyi

Las mejores sensaciones de esta selección se dieron ante la selección de Oceanía. Las Tucanes aprovecharon el desorden defensivo y desarrollaron su potencia para celebrar cuatro tries, demostrando así, el poderío ofensivo de esta selección. Al final, el resultado fue para las fiyianas 42-24.

Colombia vs Gran Bretaña

La experiencia y oficio británico hicieron ver mal a las Tucanes, pues con táctica, las europeas superaron a las sudamericanas con un amplio 57-0, impidiendo que las de amarillo hicieran el juego vistoso que mostraron en todo el torneo.

Colombia vs Brasil

De todos los retos que tenían las Tucanes el único que no se cumplió fue ante Brasil. Tras iniciar con amplio dominio y dos tries de diferencia, Colombia se fue quedando en la segunda parte y tras errores de manejo, que no había tenido en todo el partido, las brasileras se llevaron el partido con marcador de 26-12.

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