Por Laura Herrán – @lauraherran_periodista
Fue en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 cuando María Luisa Calle, una antioqueña de 35 años, sorprendió al mundo en la carrera por puntos de ciclismo en pista.
Todo transcurría con normalidad, María Luisa sumaba puntos a gran escala con cada pedalazo, era favorita en la competencia. Pero cuando faltaban apenas cuatro vueltas, un mal movimiento en su bicicleta la empuja hacia el piso, María Luisa cae. Queda registrado en televisión nacional e internacional. El mundo vio como a Colombia se le escapaba una medalla olímpica de oro.
Sin embargo, el buen desempeño de la ciclista colombiana y la cantidad de puntos que había logrado acumular antes de su caída, la hicieron merecedora de subir al podio con medalla de bronce y que en Atenas se escuchara el himno nacional de la República de Colombia, un logro para todo un país.
La historia no terminó allí, pues esa alegría se vio empañada por una acusación de dopaje luego de que en una prueba saliera el resultado positivo a uso de heptaminol, sustancia prohibida por el control antidopaje, lo que desencadenó el retiro de su medalla olímpica.
En 2005 se demostró que Calle era inocente, alegando que antes de la competencia se había tomado una pastilla para el dolor de cabeza, neosaldina, que alteró los resultados de la prueba antidopaje realizada. El 19 de octubre del mismo año, el Tribunal de Arbitramento del Deporte (TAS) le ordenó al Comité Olímpico Internacional devolverle su medalla a la colombiana, evento que sucedió el 13 de noviembre de 2005.
El tiempo transcurrió y la ciclista cumuló 24 medallas de oro, 11 de plata y cinco más de bronce en competencias como Campeonato Mundial de ciclismo en pista, Juegos Panamericanos, Centroamericanos y del Caribe, Bolivarianos, Sudamericanos, Panamericano de ciclismo en ruta y en pista y Campeonato Colombiano de ciclismo en contrarreloj y de ruta.
El fantasma del dopaje la persiguió nuevamente en 2015 durante los Juegos Panamericanos de Toronto al dar positivo al uso de GHRP-2, sustancia que libera la hormona del crecimiento. Por lo que recibió una sanción por parte de la Unión Ciclista Internacional (UCI) de cuatro años por lo que, a sus 47 años, decidió retirarse definitivamente del ciclismo.
Frente a este último hecho, María Luisa aceptó la sanción, pero afirmó que no se dopó y que los motivos por los cuales no tomó acciones legales como en la ocasión anterior, están ligados a la falta de apoyo o respaldo, lo cual comunicó a la opinión pública diciendo: «Nunca, durante estos 8 y 9 meses, pude encontrar apoyo por parte de Coldeportes y el Comité Olímpico Colombiano (COC)».
Leer también: Así llegan las ocho clasificadas de la Liga de Fútbol Femenino