El Mundial de Australia y Nueva Zelanda marcó un inicio en el desarrollo del fútbol femenino en toda su historia. Los récords en entradas vendidas, ganancias, audiencia, espectáculo y la paridad entre las selecciones dejó en evidencia que es mentira que el balompié jugado por mujeres no vende.
¿Y ahora qué hará la FIFA?
La FIFA confirmó que dos millones de personas ingresaron a los estadios en los que se desarrolló el torneo de 32 selecciones. Esta entidad recibió un total de 570.000.000 USD:
«Generamos el segundo ingreso más alto de cualquier deporte, además de la Copa Mundial masculina», sentenció el presidente de la Federación Internacional, Gianni Infantino, quien también afirmó que:
«Ha sido el mejor Mundial femenino en la historia… tuvo un gran impacto en los dos países sedes y a escala mundial, la gente ve ahora el fútbol femenino de una manera distinta, porque para muchos quizás era la primera vez que veían un partido y se dan cuenta que es un gran deporte, unas grandes atletas, lo mismo que el fútbol masculino».
Y aunque es verdad que la táctica, la técnica y el espectáculo del balompié femenino es equiparable con el masculino, hay una cosa en la que no se iguala y es en su concepción política, pues mientras el balompié tradicional no se dice nada ante la violación de derechos humanos en un país como Catar; las mujeres en una copa mundial tienen la intención de no saludar al mismo Infantino como acto de protesta y exigencia de paridad, como lo hizo la defensora inglesa Lucy Bronze, durante la premiación en la final.
O las declaraciones de la ganadora del balón de oro Alexia Putellas a la periodista colombiana Natalia Giraldo, quien tras la pregunta sobre la exigencia de una liga digna en el país, respondió:
«Me da rabia porque es una cosa muy repetitiva. FIFA se tiene que dar cuenta, son luchas que hacen las jugadoras y es un sobreesfuerzo. Cuando las jugadoras tienen que concentrarse en entrenar, cuidarse, alimentarse bien y dejar todo en el campo… es que somos jugadoras”.
Ante este panorama y la confirmación de la retribución económica, ¿Qué hará la FIFA? ¿Presionará a las federaciones o divisiones para una liga digna en todo el mundo? ¿Habrá regulaciones para la paridad salarial en selecciones?
Ya Infantino se dio cuenta que las mujeres son más del cincuenta por ciento de la población y que el fútbol femenino es la puerta a otros públicos, pues si llenó en países no futboleros, que sería de un mundial en lugares donde sí ¿Entonces? ¿se la juegan o no? Resultados ya se demostraron.
En la TV se rompieron récords
El impacto del certamen en Australia y Nueva Zelanda fue tan grande que se impuso un nuevo récord de asistencia, al recibir 75.784 personas en la final entre España e Inglaterra en el estadio Accor de Sídney.
Igualmente, la televisión, que en un principio no tuvo compradores o derechos, dejó el programa más visto en la historia de la TV australiana con más de 11,5 millones de televidentes en la semifinal de las locales ante las inglesas, según Channel Seven.
Así mismo, en España, más de cinco millones de personas observaron por pantalla la final, lo que significa que el 67% de su población vivió la coronación de su selección en la competencia.
📺📈🇪🇸 La selección española hizo historia el domingo al levantar su primera Copa Mundial Femenina de la FIFA™️. Pero su hazaña no acaba ahí. Te presentamos las cifras de audiencia oficiales 👇@rfef | #BeyondGreatness pic.twitter.com/NAatCmOXVn
— FIFA Media (@fifamedia) August 21, 2023
El fútbol femenino ya no es solo gringo
Tras la eliminación de Estados Unidos en octavos de final y su poca figuración en mundiales juveniles, puede decirse que las cosas se igualaron y que, aunque España ganó la copa en las categorías Sub-17, Sub-20 y mayores, la paridad se empieza a notar con la configuración de las ligas europeas y la aparición de los torneos en Sudamérica, Asia y Oceanía.
Los señoros se desprestigian solos
El machismo y el sexismo no necesitan de ninguna intervención para quedar en evidencia. Eso le pasó a Luis Rubiales, presidente de la Federación Española de Fútbol. quien en plena ceremonia de premiación besó a Jenni Hermoso, configurando un total abuso de poder y un posible caso de violencia sexual, dado que aún no se ha aclarado si este hecho fue consensuado.
Más aun cuando tras el escándalo, Rubiales salió a decir que su reacción fue producto de la emoción y consensuado, así como lo hizo con Puyol, por ejemplo.
Lo más grave del asunto es que medios españoles aseguran que Rubiales pidió a Hermoso salir con él en un comunicado y ante la negativa, presionó a su familia hacerlo, cosa que no ocurrió. Así que desde el lunes se especula sobre su renuncia a la federación.
