Tras su paso a octavos de final, la tricolor sueña con mejorar su participación en los mundiales de fútbol femenino en la categoría mayores. La cita será este martes 8 de agosto, cuando Colombia busque acceder a los cuartos del final del certamen, enfrentando a Jamaica a las 3: 00 a. m. (hora colombiana).

En la previa, este es el encuentro de los dos equipos revelación del torneo que se disputa en Australia y Nueva Zelanda.

La suerte, esa que incluso antes de ser república nos ha faltado como nación, esta vez se vistió de amarillo y sonrió para que Colombia, aun perdiendo, pudiera llevarse el primer lugar del grupo H y gambetear a las francesas en octavos. Todo, porque las coreanas igualaron en juego a las bicampeonas alemanas, quienes resignaron el sueño mundialista muy temprano.  

Quizás el juego ante Marruecos, el último en la fase de grupos, pueda que se asemeje en el trámite ante las jamaiquinas. La velocidad, los contrataques y la solidez defensiva son los obstáculos que las colombianas deben superar para quedarse más días en tierras oceánicas. Por eso, como acto de aprendizaje o lección de la diosa del fútbol, las Superpoderosas experimentaron las cosas que no se deben hacer ante una selección tan atlética.

Jamaica una dinastía defensiva

Las centroamericanas compartieron el grupo F con Brasil, Francia y Panamá, y aunque solo han marcado un gol, ese significó los tres puntos ante las panameñas.

Ni el poderío ofensivo de las europeas ni la insistencia brasilera, pudieron vulnerar el arco defendido por Rebecca Spenser, quien no ha visto su valla vencida en lo que va del torneo.

Las jamaiquinas dieron uno de los batacazos del torneo al empatar con las sudamericanas y finalizaron así la vida deportiva de una gloria del fútbol femenino: Marta, máxima goleadora de las copas del mundo.

Colombia, por un desafío en la paciencia

Buscar los espacios, abrir la cancha y los pases filtrados, son las primeras consignas de una selección que debe entender que los juegos de eliminatorias son cerrados y más con una selección que le apuesta el juego físico y a la herradura defensiva.

Colombia competirá el cuarto juego de los siete con los que nos ilusionaron.

No, no es creerse campeón del mundo, es competir y confiar en el trabajo que, con uñas y dientes, hacen 23 mujeres para que el himno colombiano suene durísimo al otro lado del planeta. 

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